La sandalia perfecta para el verano

La sandalia Hera aporta elegancia a cualquier vestido.
Uno
de los básicos irrenunciables en un zapatero de verano son unas
sandalias de tacón alto. Ese tipo de calzado que transforma la ropa,
que llevamos puesto desde por la mañana; y que cuando surge una cena
o cualquier acto nocturno y tenemos que vestirnos muy rápido nos lo
pone fácil: porque aporta elegancia a cualquier conjunto, ya sea con
falda o pantalón.
Además,
necesitamos que estas sandalias sean muy cómodas, para estar de pie
todas las horas que sean necesarias, sin perder la sonrisa y
sintiéndonos muy favorecidas.
Características
de una sandalia para que sea perfecta.
1. La
horma: es básico y fundamental que la horma agarre muy bien el pie
con tiras que no se ajusten en exceso, pero que tampoco estén muy
sueltas, para tener sensación de sujeción, pero sin presión. Es
el caso de la famosa sandalia Hera que os muestro en la foto,
perfecta para caminar muchas horas y que además es de lo más
favorecedora.
Sandalia Hera en color buganvilla. Comodísima, muy femenina y favorecedora. 
Gracias a su buena sujeción, la sandalia Hera es una opción perfecta para caminar segura.
2. El
tacón: las sandalias deben tener un tacón con suficiente anchura
para que tengamos la sensación de apoyar el pie con firmeza, sin
trastabillar. Es el caso de la sandalia Kenia.
La plataforma delantera, el tacón ancho y las tiras hacen de la Kenia una sandalia todoterreno.
La sandalia Kenia es perfecta para lucir tanto con falda como con pantalón.
3. La
plataforma: si vamos a estar muchas horas sobre un tacón, la
plataforma es un elemento fundamental, porque amortigua todo el
contacto de la planta del pie con el suelo y compensa bastante la
inclinación del tacón. Ejemplo de ello es la sandalia Soleá.

La sandalia Soleá, como todas en nuestra zapatería, está disponible en varios colores.
4. La
sujeción: unas sandalias tienen que ofrecer una gran sujeción al
pie. Lo peor que te puede pasar es calzarte unas sandalias y caminar
suelta, y sin seguridad. Tiene que alcanzar, o casi alcanzar, el
tobillo, sujetanto muy bien el empeine, y el resto del pie con
varias tiras. Prácticamente todos nuestros modelos cumplen este requisito, imprescindible para caminar segura. Es el caso, por ejemplo, del modelo Kenzo.
La gran sujeción de la sandalia Kenzo lo convierten en un modelo perfecto para caminar segura.

Como
podéis apreciar en las fotos, la comodidad, el respeto por el pie y
la sujeción de una sandalia de tacón, no tienen por qué estar
reñidas con la estética. ¿Y vosotros qué opináis? 

Fotos: Francisco Antúnez.

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