Queridas
amigas,

Hoy quiero
compartir con vosotras mi experiencia en el nuevo atelier de Fernando
Claro en la calle Adriano de Sevilla. Un lugar maravilloso en el que pude disfrutar de los
preciosos vestidos de este diseñador sevillano, uno de los máximos
exponentes de la costura en moda nacional y un referente de talento y pasión
por su trabajo. 
Además acaba de abrir atelier en Madrid, donde sigue triunfando y atendiendo a sus numerosas clientas de toda España.
Desde aquí quiero dejar constancia de mi
agradecimiento por la amabilidad con la que en todo momento nos
trataron, especialmente a Charo Guerrero , su mujer, porque es un placer trabajar cuando te lo ponen tan fácil.
Pues bien,
para daros mis consejos de estilismo en eventos y celebraciones
especiales, me decanté por varios vestidos, a cual más bonito, con
un punto común: la ausencia de estampados. Ya sabéis las que me
seguís que yo soy una gran defensora de los vestidos a un solo tono,
porque estilizan mucho, porque resultan muy elegantes, y porque son
un lienzo con el que jugar a combinar colores con los complementos,
algo que me encanta.

Pero antes
de analizar los distintos looks, quiero recalcar que todos los
zapatos de tacón que llevo, pertenecientes a mi nueva colección,
tienen hormas estupendas con las que os sentiréis muy cómodas. 
Su
suave piel de primera calidad, cede y se adapta al pie. Y en su
interior, la planta acolchada amortigua la pisada y mima el pie para
que el confort sea tu acompañante en tu fiesta, celebración o
evento.

Vestido rosa
palo: este vestido ceñido y con largo por debajo de la rodilla, va
fenomenal con los zapatos del mismo tono. El stiletto Estrellas nude,
con su pompón, es su perfecto aliado, porque gracias a su color
neutro y su tacón consigue estilizarnos lo suficiente, algo muy
necesario cuando apostamos por ese tipo de largo. 

Y como siempre os
aconsejo, cuando llevamos los zapatos y el vestido del mismo color,
hay que romper esta imagen con la cartera o clutch de un tono
distinto, para no caer en la monotonía. Y por eso he elegido la
cartera Amapola burdeos o marsala, que es nueva en mi colección. 
Tiene un diseño clásico, pero al mismo tiempo innovador, por su
forma alargada. Y va un pasito más allá que mis carteras Lilium y Dalia en lo que a un look arreglado se refiere.

Ahora bien,
¿qué pasa si decidimos llevar la cartera del mismo color? Pues como
siempre os aconsejo: es necesario romper con un tercer elemento de
otro color para no ofrecer una imagen excesivamente uniforme y
aburrida. 

Yo he elegido una bonita estola que además es ideal para
las celebraciones de invierno. Un acierto total para abrigarnos lo
suficiente de una forma sofisticada.

Eso sí,
amigas, si os decantáis por un vestido ceñido, que destaque vuestra
figura, ojo con la ropa interior para que no se marque. Ahora hay
muchísimas opciones de sujetadores y braguitas sin costuras y con
tejidos que pasan absolutamente desapercibidos. También os aconsejo,
si tenéis curvas más contundentes, que elijáis colores un poco más
oscuros: azul, toffee, morado, negro… para que el vestido destaque
lo bonito sin caer en el exceso.

Vestido
blanco: estamos ante un maravilloso vestido que bien podría ser de
novia o de invitada a un bautizo o primera comunión. Como tiene un
favorecedor cuello cerrado, tipo ‘perkins’, me he recogido el pelo
para no agobiar el vestido y dejar libre esa zona para que luzcan las
preciosas aplicaciones de flores. 

Aquí sobra cualquier collar o
brazalete, porque solo conseguiríamos generar un ruido innecesario.

Nuevamente
recurro a mis stilettos Estrellas, en este caso dorados, para
combinar cediendo protagonismo al vestido y aportando más luz si
cabe al conjunto. Esta es una propuesta muy favorecedora y alegre,
muy tierna al mismo tiempo. Ideal para ser una madrina de bautizo,
por ejemplo, o para la madre del bebé o del niño en su primera
comunión.

Vestido
cereza: estamos ante otra preciosa propuesta con largo por debajo de
la rodilla, lo cual resulta elegantísimo pero nos requiere un buen
tacón. Por eso he recurrido a mis stilettos Zoe del mismo tono, que
además de estilizarnos contribuyen a crear una imagen uniforme y
armónica. 

Y como no podía ser de otro modo, juego al contraste con
la cartera Amapola nude. El efecto no puede ser más maravilloso. Solo
he incorporado como tercer elemento, un anillo a juego con mis
pendientes.

Vestido
verde caqui: otro ejemplo de cómo combinar el vestido con los
complementos de distintos colores. En este caso el modelo Jackie oro
y nuevamente la cartera Amapola nude. Si os fijáis, aunque los tres
colores son diferentes, existe esa deseada armonía porque son tonos
neutros y no destacan ninguno por encima del otro. 

Los tres colores, de vestido, zapatos y cartera, están
dentro de esa línea discreta y elegante, y el resultado es de lo más
favorecedor.

Vestido azul
empolvado: para terminar quiero mostraros la opción contraria a la
que os he comentado arriba. Aquí dejo de lado la creación de una
imagen uniforme para crear un intenso contraste con complementos de
colores muy alegres. 

He vuelto a recurrir a mis stilettos Estrellasbuganvilla, que son todo amor, y a la cartera Amapola a juego en una
fuerte apuesta por centrar la atención en los accesorios. 

Eso sí,
si elegís esta opción tenéis que olvidaros de pamelas o tocados
llamativos: mucho cuidado con recargaros con más colores, o con un
maquillaje excesivo, porque solo conseguiréis estropear el look.

Amigas mías, hasta aquí el post de hoy. Ya sabéis que podéis hacerme todas las consultas y preguntas que os surjan dejando un comentario en este blog o un  mensaje privado en mi página de Facebook. Os recuerdo que toda mi colección está a la venta tanto en mi tienda física de Sevilla (calle Méndez Núñez), como en mi tienda on line.